Exitosa experiencia
Del 19 al 23 de noviembre emprendí un viaje a Haití. El motivo no era negocios, placer, sino uno mejor: compartir temas de democracia, libertad y Estado de derecho con jóvenes de Latinoamérica en la VIII Edición Universidad de la Libertad (UDL), un evento organizado por el Instituto Político por la Libertad Perú, bajo el tema “Retos y perspectivas del Estado de derecho en América Latina y el Caribe”.
En el evento participamos tres hermanos de lucha y yo representando a diferentes organizaciones de Cuba, pero con el mismo propósito de adquirir conocimientos en los temas a tratar en el evento y así poder transmitir estas ideas en nuestro país para contribuir al sueño de todo cubano que cree en la democracia y en el Estado de derecho y quiere una Cuba libre de totalitarismo, opresión, engaño y corrupción. La participación en este evento me dio mucha satisfacción porque sentía que mis sueños se hacían realidad. Yo estaba participando en eventos internacionales, como nuestro apóstol José Martí, y para discutir sobre el futuro de América Latina.
Desde niño he estado participando en actividades opositoras al gobierno de Cuba junto a mi padre y he llegado a formar parte importante dentro de las filas de la oposición. Se me asignó la tarea de realizar audio visuales como evidencias de las actividades, captar nuevos miembros y esto me despertó el interés por los temas de liderazgo, democracia y libertad. Pero la UDL me aportó nuevas fuerzas, mayor interés y mayor la claridad a estos temas.
En cuanto llegamos al hotel en Haití, recibimos una calurosa y cordial bienvenida por parte de los jóvenes de diferentes partes de Latinoamérica. Enseguida nos pusimos al día con todo lo que se venía tratando, ya que por problemas burocráticos de mi país nos habían retrasado un poco las visas pero con la ayuda de Dios y unos cuantos amigos de aquí y allá pudimos participar.
Lo profesores y expositores comenzaron a exponer los temas que enseguida cautivaron mi atención y al oírlos hablar al instante me puse a pensar en mi Cuba. Digo esto porque, como comenté allí en la ronda de preguntas de una de las exposiciones, todos los países tenían problemas similares y otros diferentes como la corrupción en República Dominicana, los asesinatos por partes de los carteles de drogas en México, el totalitarismo en Venezuela implantado por Chávez y continuado por Maduro etc.; pero para desgracia de nosotros los cubanos, tenemos un poco de todas esas cosas malas.
Me pude percatar que somos como un experimento del comunismo castrense que viene acabando con nosotros por más de medio siglo por su enfermedad de poder. Nos implantaron una monarquía utilizando todo tipo de mecanismos desde la fuerza hasta la psicológica y consiguieron que el pueblo se sienta dependiente del gobierno y no al revés. No tienen interés en instaurar un Estado de derecho en Cuba.
El evento también me permitió darme cuenta del estado de sumisión que esta dictadura a sumergido al pueblo cubano y que la constitución de Cuba no defiende al pueblo cubano porque tiene y mantiene la política divide y vencerás. El gobierno cubano se ha olvidado de familias enteras que viven el día a día con incertidumbre, con represión, con encarcelamientos injustos, con hambre, miedo y desesperación. ¿Pero dónde quedo la democracia? Todavía parece que no se han dado de cuenta que ellos no son el centro del mundo y que solo forman parte de él.
Pero gracias a la tarea que viene desarrollando el IPL , en el oriente de Cuba hace varios años algunos pensamos que ya es hora de que exista un cambio. Este cambio debe darse primero en las mentes manipuladas por 57 años de una educación adoctrinadora que hace creer que el mejor sistema del mundo es el comunismo castrista y que si todos pensáramos como ellos marcharíamos juntos hacia un futuro próspero.
Mis compañeros y yo nos sirvió de mucho esta experiencia. Nos dimos cuenta que no estamos solos en el mundo como nos ha tratado de convencer el gobierno cubano. Continúo el deseo de seguir trabajando en mi país con el fin de que los jóvenes se integren a la sociedad y que vean un futuro mejor y conozcan que afuera existen personas dispuestas ayudarnos mientras sea una causa justa . Yo personalmente les doy las gracias a los organizadores y expositores del evento que hacen este esfuerzo con el solo interés de compartir ideas y y darnos el aliento necesario para luchar por nuestra democracia y por la igualdad social y racial que se nos viola día a día en Cuba. Gracias porque nos recuerdan que la esperanza nunca se pierde y que quizás unos cuantos caigamos, pero lo haremos con orgullo para que nuestros sucesores no cesen de luchar hasta que triunfe la libertad.